Aunque se trate de una cuna, o la primera cama grande de 90 o 105 cm para nuestro niño, este va a ser un lugar donde nuestro hijo va a pasar mucho en ello, ya que las horas que duerme un pequeño es mucho mayor que de las que disfrutamos los adultos. Así que es muy conveniente asegurarse de que hayamos suministrado los elementos necesarios para la cama del bebé o de nuestro niño o niña para garantizar un dulce sueño profundo y cómodo.
El primer aspecto importante a considera, es elegir un tejido suave y ligero para la cama. Si está elaborada por 100% algodón mucho mejor ya que este tipo de material es mucho más transpirable y permite regular la temperatura comporal dentro de la cama.
Hay muchos juegos de sábanas que son muy baratos, pero que después nos encontramos con que están fabricados con materiales sintéticos. En este aspecto es fundamental elegir trípticos de algodón, porque así evitaremos una excesiva sudoración de nuestro niño y evitar agobios por exceso de calor.
Otro elemento importante, es asegurarno de que la ropa para vestir la cama de nuestro hijo o hija es cómoda. La piel de un niño es especialmente sensible. No solamente hay que pensar en las sábanas, sino también en el resto de complementos de la ropa de cama para niños. Hay que verificar el contenido artificial o de fibra que pueda tener la colcha, el edredón o la funda nórdica, ya que es importante sobretodo en el caso de los chiquillos que sean alérgicos a determinados materiales como la lana o las fibras sintéticas.
Siempre es determinante fijarnos en la medida para la ropa de cama. Hay que seleccionar el tamaño adecuado y asegurarnos que las piezas textiles encajan muy bien la cama. Por ejemplo, si las sábanas son demasiado pequeñas, se van a deslizar por fuera de las esquinas, y si son demasiado grandes van a formar excesivas arrugas de forma que el niño no va a dormir bien plácidamente. Así que para ahorrarnos un quebradero de cabeza, debemos comprar un diseño de ropa para la cama que se ajuste adecuadamente al ancho del lugar para dormir. Esto hará que los niños puedan dormirse con mayor facilidad.
Piense en lo fácil o difícil que será limpiar la ropa de cama infantil que haya elegido. Las sábanas y edredones se pueden ensuciar más rápido de lo que pensamos, bien por un accidente o porque el niño ha derramado algo sobre su cama. Así que piense en tejidos fáciles de lavar y diseños que no desprendan tintes cuando se lavan con agua caliente.
Lo normal es tener un par de juegos en cada prenda para vestir la cama. Dos sábanas, dos fundas nórdicas o edredones, de esta forma cuando un se esté lavando podemos reemplazarlo por el otro modelo. Aquí es muy recomendable comprar dos diseños completamente distintos, de esta forma aprovechamos para cambiar el diseño de la cama tan solo variando su vestimenta. Hay tanta variedad de modelos en sábanas o cualquier tipo de ropa para cama que aunque sean modelos distintos siempre encontraremos un par que vayan a juegos con el resto de la decoración del dormitorio infantil o juvenil.
Por último, permita que su pequeño opine sobre la elección de su cama, será una forma de hacer sentir mucho más cómodo y les ayudará a sentirse más conectados con su nueva cama. Este aspecto hara que su niño se sienta más a gusto en su habitación.
Por suerte, la ropa de cama es una manera sencilla de personalizar cualquier cuarto de niños, tanto si son chicos como chicas, y de esta forma le podemos otorgar una propia personalidad al dormitorio de nuestro hijo o hija.
