En invierno las noches están empezando a ser muy frías, ya que las temperaturas han caído en
picado y el clima ambienta es bastante gélido. Puede ser que durante el día se pueda mantener en el
interior de todo el hogar un ambiente cálido gracias a los radiadores o estufas, pero cuando llega la
noche y se enfría toda la habitación hay que tomar algunas medidas que nuestros hijos puedan
dormir bien calentitos y preparar bien sus camas.
Una opción muy buena es utilizar un juego de sabanas infantiles apropiadas para el invierno y
edredones, fundas o sacos nórdicos que estén confeccionados con tejidos blandos, como el algodón
o la franela. La textura en estos textiles es que se sientan calientes al tacto y no tienen el frío
crujiente que provoca algunas sabanas de niños que están realizadas con poliéster o con algún otro
tipo de material sintético. Al utilizar un juego de sábanas de algodón, lograremos que el niño
cuando entre sn su cama parezca que está percibiendo el mismo tacto que tiene la cama en las
noches de verano.
Invierta en un par de juegos de sábanas para invierno, de forma que siempre tendremos uno
disponibles por si estamos lavando el otro. También es habitual prestar atención a la elección de
los colores para armonizar la cama con la decoración del estilo del dormitorio del niño, con el fin
que permanecer fiel a su esquema de color elegido.
También es el momento de cambiar la colcha por algún tipo de cubrecama mucho más grueso,
como hemos comentado antes lo mejor sería usar un edredón o una funda nórdica infatil que posee
una amplia variedad de grosores que se pueden poner en relleno, incluso hay algunos tienen un
relleno doble de forma que se pueden poner los dos a la vez si la noche es muy fría, y si el
ambiente es más suave se puede dejar solo uno de los rellenos extraibles en la funda nórdica de la
cama del niño.
Si vas a utilizar un edredón, lo mejor es utilizar uno con su interior extraible, ya que de esta forma
podrás lavarlo fácilmente y dará tiempo a que se seque en el mismo día para ser utilzado. El
edredón o el nórdico con el que vayamos a arropar en invierno a nuestro hijo, debe ser cómodo en
su cuerpo, no muy ligero ya que esto permitirá que el frío penetre en las fibras, pero tampoco
demasiado pesado para evitar que el chiquillo se pueda sentir agobiado e incómodo.
Otros accesorios de decoración del dormitorio que son perfectamente utilizables, son las mantas,
ya que son capaces de mantener mejor el calor en las noches frías. Siempre está la opción de poner
un par de mantas a la vez, seguro que será muy calentito, pero hay que tener especial cuidado ya
que pueden llegar a ser muy pesadas de utilizar para el niño.
Sorprendentemente, los científicos han descubierto que los seres humanos son fácilmente
engañados por los colores brillantes: rojo es el color que se siente más caliente para nosotros, por
lo que utilizar ropa de cama infantil en color rojo es una excelente manera de sentirse más caliente
en la habitación.
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